sábado, 3 de enero de 2009

REVOLUCIÓN CULTURAL EN EL PERÚ: ARTE POPULAR E IDENTIDAD NACIONAL

REVOLUCIÓN CULTURAL EN EL PERÚ: ARTE POPULAR E IDENTIDAD NACIONAL

Por: Guillermo Huyhua Quispe

La idea de que “todos los seres humanos de nuestro planeta pertenecemos a la especie Homo Sapiens Sapiens”, es un conocimiento incuestionable. La estructura física y mental del hombre es la misma en los cinco continentes. Sin embargo, sus obras son diferentes, más aún en el arte. Como ser humano ha creado arte desde la época primitiva como expresión de sus ideales y sentimientos. En sus obras de arte se ha expresado su mundo externo y su mundo interno. No es lo mismo un cuadro de un paisaje natural con un paisaje creado por la imaginación del autor y que no existe en ninguna parte del mundo más que en su mente. Es decir, que el arte realista no es lo mismo que el arte abstracto.

La vida real nos dice que los grupos humanos viven en diferentes zonas geográficas, éstas necesariamente influirán en sus obras de arte, por eso no es lo mismo el arte japonés y el arte brasileño, tampoco lo es el arte cuzqueño y el arte ayacuchano, el arte regional hace alusión a estas diferencias. Tampoco es lo mismo el arte de nuestros tatarabuelos y el arte de sus descendientes, las generaciones viven de una manera particular y son influidos por su tiempo. Nunca será igual el arte del siglo XIX y el arte del siglo XX. Las razones históricas también se imponen.

La historia humana nos muestra que a través del tiempo las sociedades se dividieron en diferentes clases, segmentos o capas sociales. Por eso, el producto artístico será diferente de acuerdo al sector social al que pertenezca el artista. Por ejemplo, el arte de un burgués será diferente al arte de un obrero, el arte de un citadino será diferente a la de un campesino. Un artista rico tiene todas las facilidades para conseguir las herramientas necesarias para realizar su obra, otro es el caso de un artista pobre que recurrirá a lo que pueda conseguir. Un artista instruido y educado tendrá un resultado artístico completamente diferente a la de un artista que no sabe leer y escribir.

Es debido a esas diferencias sociales que surgen dos conceptos: el arte culto y el arte popular. El arte culto, que surge con la civilización en las reducidas capas de los sectores dominantes de un imperio o una nación, se refiere al arte practicado por los nobles o burgueses.

Del arte culto surgen las Bellas Artes, que son aquellas artes que tienen por objeto expresar la belleza. Los griegos antiguos dividían las artes en superiores y menores, siendo las primeras aquellas que permitían gozar las obras por medio de los sentidos superiores: vista y oído, con los que no hace falta entrar en contacto físico con el objeto observado. Las Bellas Artes eran seis: arquitectura, escultura, pintura, música, declamación y danza. La declamación incluye la poesía (o la literatura en general) y, con la música se incluye en teatro. Esa es la razón por la que el cinematógrafo es llamado a menudo Séptimo Arte. Las artes menores, según ello, serían las que impresionan a los sentidos menores: gusto, olfato y tacto, con los que es necesario entrar en contacto con el objeto: gastronomía, perfumería y, algo que podríamos llamar cariciería, nombre que si bien suena un poco raro, se manifestaría en la sensación experimentada por toda persona alguna vez, al tocar un objeto de superficie especialmente agradable. Lo cierto es que además de la belleza, las llamadas bellas artes pueden buscar también la expresividad, la originalidad, impactar al receptor o incluso la fealdad. En la actualidad, hay movimientos que tienen como objeto que la fotografía, la historieta, la televisión, la publicidad y los videojuegos también sean considerados como bellas artes.

Por otro lado, el arte popular hace referencia a toda expresión de los sectores desposeídos de una sociedad, ya sea del campo o la ciudad. El arte popular es también conocido como folklore, que significa sabiduría del pueblo.

El Arte Popular es la expresión que hay sido moldeada por la historia de los pueblos de un país. Dentro del arte popular se encuentran las danzas, canciones, artesanías y las tradiciones orales que identifican a una zona geográfica específica del país. Un cuento, una danza, una canción, una música, un retablo, un ceramio, una escena religiosa serían expresiones del arte popular. En ese sentido, la producción artística del pueblo es masiva. Estas diferentes manifestaciones artísticas del pueblo a la vez que surgen por todos los rincones de nuestro país se van transformando a medida que avanza el tiempo por influencias surgidas desde el interior o por influencia externa.

La expresión culto es lo contrario de lo inculto o lo burdo o lo ignorante que se supone que es el pueblo. Esta expresión, arte culto, surge en los tiempos donde efectivamente los sectores dominantes de una nación gozaban de todas las ventajas de la educación frente a las grandes mayorías sojuzgadas que se debatían entre la ignorancia y la pobreza.

En nuestro país se da un fenómeno interesante. Nuestros pueblos han inundado la capital del Perú con su música y danza, con obras artísticas, todos los ritmos, todas las voces y todos los colores se mezclan, todos se influyen entre sí y empiezan a aparecer productos artísticos tan bien trabajados que no puede atribuirse como “arte inculto”. Si el arte culto es producto de un sistemático trabajo, los productos artísticos populares también han logrado trabajar sistemáticamente. Esto nos hace reflexionar que no existen diferencias de fondo entre las expresiones artísticas solo de forma. Porque cualquier obra artística deberá hacer vibrar las más íntimas fibras de sus emociones al observador, sea esta una danza, una escultura, una pieza musical, etc. El arte trasciende sobre toda diferencia geográfica, histórica o de clase social.

Hoy el arte popular peruano está en ebullición, está transformando nuestra sociedad y está conformando el nuevo rostro del Perú del siglo XXI, está surgiendo una nueva identidad. Antes el arte popular era tímido, estaba arrinconado en lugares marginales, hoy en cambio, no hay radio, TV, revistas, escenarios que no presenten manifestaciones artísticas populares. Hay una revolución cultural y la mayoría no nos damos cuenta de ello. Estemos atentos a estos cambios, el Perú del siglo XXI no será igual al del siglo XX.